El presidente de Polonia rechaza una estricta ley nacional de criptomonedas, alegando que amenaza las libertades y la innovación, mientras el gobierno advierte de riesgos para los inversores. El conflicto redefine el debate regulatorio en Europa.
En una decisión que ha desatado una intensa batalla política, el presidente de Polonia, Karol Nawrocki, vetó el 2 de diciembre de 2025 la llamada Ley del Mercado de Criptoactivos, posicionándose a favor de las criptomonedas.
Según un comunicado de su oficina, la norma vetada “plantea una amenaza real para la libertad de los polacos, su propiedad y la estabilidad del estado”. Este movimiento sitúa a Polonia en una encrucijada regulatoria, justo cuando la Unión Europea se prepara para la aplicación de su marco común, MiCA.
Un veto fundado en el exceso de control y la fuga de talento
El corazón de la objeción presidencial no es la regulación en sí, sino el alcance y los mecanismos de control propuestos. Nawrocki criticó severamente una disposición que habría permitido a las autoridades bloquear sitios web de empresas de criptoactivos con “un solo clic”, describiendo estas normas como “opacas y propensas al abuso”. Argumentó que este poder discrecional representaba un peligroso precedente para la libertad económica.
Además, destacó dos factores que, en su opinión, perjudicarían la competitividad de Polonia: la extensión y complejidad del proyecto de ley -más de 100 páginas frente a la docena de países vecinos como la República Checa- y unas tasas de supervisión financiera excesivamente altas. “La sobrerregulación es una forma segura de empujar a las empresas al extranjero en lugar de crear condiciones para que ganen y paguen impuestos en Polonia”, afirmó el presidente.
El gobierno responde: “El presidente eligió el caos”
La reacción del gobierno de coalición, liderado por el primer ministro Donald Tusk, fue inmediata y dura. El ministro de Finanzas, Andrzej Domański, acusó públicamente al presidente de haber “elegido el caos” y de cargar con “toda la responsabilidad” por las posibles consecuencias. Domański alertó de que, en el mercado actual, ya se pierde dinero debido a abusos, insinuando que el veto deja a los inversores polacos desprotegidos.
El viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores, Radosław Sikorski, apoyó esta crítica con un tono aún más sombrío. Afirmó que, cuando “estalle la burbuja y miles de polacos pierdan sus ahorros, al menos sabrán a quién agradecérselo”. Estas declaraciones subrayan la profunda división dentro del establishment polaco respecto a cómo gestionar los riesgos y oportunidades de los criptoactivos.
La industria de las criptomonedas, celebra la decisión del presidente de Polonia y mira a Bruselas
Frente a la postura gubernamental, la industria de las criptomonedas y sus defensores políticos celebraron el veto como un triunfo para la libertad del mercado y la innovación nacional. Políticos como Tomasz Mentzen, quien había presionado activamente contra la ley, elogiaron la decisión.
Economistas como Krzysztof Piech señalaron que la responsabilidad de perseguir a los estafadores recae en las autoridades existentes, no en una nueva ley, y dirigieron la atención hacia el horizonte regulatorio europeo. Argumentan que el Reglamento de Mercados de Criptoactivos (MiCA) de la UE, que entrará en vigor en todos los estados miembros el 1 de julio de 2026, proporcionará un marco de protección al inversor armonizado y predecible. Desde esta perspectiva, el veto evita que Polonia construya un sistema regulatorio nacional redundante y potencialmente dañino, solo para tener que adaptarlo meses después a las normas de MiCA.
El futuro incierto: ¿Reescribir la ley o buscar una supermayoría?
El veto deja a Polonia en un limbo regulatorio y con un dilema político. El proyecto de ley regresa al Parlamento (Sejm), donde los partidarios de la norma necesitarían una mayoría de tres quintos para anular la decisión presidencial, un umbral alto en un parlamento fragmentado.
La alternativa es redactar una nueva legislación desde cero, un proceso que consume tiempo y que podría no concluir antes de la aplicación de MiCA. Esta incertidumbre coloca a las empresas de criptoactivos que operan en Polonia en una posición complicada, sin un marco nacional claro y a la espera de las reglas europeas. Como advirtió un viceministro, si Polonia no designa una autoridad reguladora para julio de 2026, las empresas podrían verse obligadas a registrarse en otros países de la UE, desviando inversiones e ingresos fiscales.
Este enfrentamiento en Polonia refleja un debate más amplio en Europa y el mundo: cómo equilibrar la protección necesaria de los inversores con la creación de un entorno que no ahogue la innovación tecnológica y económica. El desenlace final en Varsovia no solo determinará el futuro del sector en Polonia, sino que también ofrecerá un caso de estudio crucial para otros países que navegan por el complejo mundo de la regulación de las criptomonedas.
Enlaces de interés para ampliar información:
- Regulación de las criptomonedas (Wikipedia) – Contexto general sobre los marcos regulatorios a nivel global.
- Reglamento MiCA (Comisión Europea) – Página oficial de la CE sobre el marco regulatorio de la UE para los criptoactivos.
- Oficina del Presidente de Polonia – Web oficial de la presidencia polaca (en polaco e inglés).
