El estado de Texas ha realizado una inversión pionera en Bitcoin, comprando $5 millones a través del ETF de BlackRock y destinando otros $5 millones para adquisición directa, marcando un antes y después en la adopción de criptomonedas por parte de gobiernos estatales.
En un movimiento sin precedentes, Texas se ha convertido en el primer estado de los Estados Unidos en invertir fondos públicos en Bitcoin, concretando una compra de $5 millones en el fondo cotizado en bolsa (ETF) iShares Bitcoin Trust (IBIT) de BlackRock. La transacción, ejecutada el 20 de noviembre a un precio aproximado de $87,000 por Bitcoin, representa el primer paso en la implementación de la Reserva Estratégica de Bitcoin autorizada por ley estatal earlier this year.
Texas marca un hito en la adopción de Bitcoin
La inversión de Texas en Bitcoin a través de un ETF regulado supone un avance significativo en la integración de criptoactivos en las finanzas públicas. Lee Bratcher, presidente del Texas Blockchain Council, confirmó la operación mediante sus redes sociales, destacando que el estado «compró en la caída» aprovechando el reciente descenso en el precio de Bitcoin desde máximos por encima de $120,000. Esta jugada posiciona a Texas como líder en la adopción institucional de criptomonedas a nivel estatal.
Detalles de la inversión inicial
La compra inicial de $5 millones en IBIT sirve como medida temporal mientras Texas finaliza los procedimientos para la auto-custodia directa de Bitcoin. El estado tiene asignados $10 millones del fondo general para este propósito, por lo que queda un saldo de $5 millones pendiente de invertir. La legislación estatal permite que estos fondos se utilicen para adquirir criptoactivos con capitalización de mercado superior a $500,000 millones, umbral que Bitcoin supera ampliamente. El precio actual de Bitcoin ronda los $87,500, según últimos datos de los mercados.
Hacia la auto-custodia: planes futuros
Texas planea transicionar hacia la auto-custodia de sus tenencias de Bitcoin una vez que se complete el proceso de selección de un custodio mediante una solicitud de propuesta (RFP). Esta aproximación cautelosa refleja el compromiso del estado con la seguridad y el cumplimiento normativo. Además, legisladores texanos han sugerido que Ethereum podría ser añadido a la reserva si mantiene una capitalización de mercado por encima de $500,000 millones durante al menos 24 meses, ampliando así el alcance de la estrategia.
Contexto legislativo: la Reserva Estratégica de Texas con Bitcoin
La iniciativa se enmarca en la Ley Senatorial 21, firmada por el gobernador Greg Abbott en junio, que establece la creación de una Reserva Estratégica de Bitcoin gestionada a través del Texas Treasury Safekeeping Trust Company. Esta ley posiciona a Texas a la vanguardia de la innovación financiera entre los estados estadounidenses, sentando un precedente para otros gobiernos estatales. La normativa incluye requisitos de almacenamiento en frío y períodos mínimos de tenencia, asegurando un enfoque a largo plazo.
Otras iniciativas estatales y globales
Texas no está solo en este camino. Nuevo Hampshire y Arizona han promulgado legislación similar, aunque aún no han realizado compras públicas de Bitcoin. A nivel federal, la administración Trump ha expresado interés en crear una reserva nacional de Bitcoin, pero el proyecto sigue en fase de planificación. Globalmente, entidades como Harvard University y fondos de Abu Dhabi también han incrementado sus inversiones en ETFs de Bitcoin, señalando una tendencia creciente hacia la adopción institucional. Según datos, los gobiernos son ahora el tercer mayor holder de Bitcoin a nivel mundial.
Impacto en el mercado y perspectivas
La compra de Texas, aunque modesta en términos absolutos, simboliza un cambio profundo en la percepción gubernamental sobre Bitcoin. Pierre Rochard, CEO de The Bitcoin Bond Company, resumió este giro: «En cinco años pasamos de ‘los gobiernos prohibirán Bitcoin’ a ‘los gobiernos solo están comprando una pequeña cantidad de Bitcoin'». Esta creciente demanda institucional podría proporcionar un soporte estructural al precio de Bitcoin a largo plazo, actualmente cotizado alrededor de los $87,000, y reducir la volatilidad en correcciones futuras.
