El debate sobre el futuro de Bitcoin se intensifica mientras analistas discuten si la criptomoneda seguirá su ciclo de cuatro años o entrará en una nueva era impulsada por factores institucionales y macroeconómicos.
Bitcoin se encuentra en un momento crucial de su historia. Mientras el precio ronda los $122,000 tras alcanzar un nuevo máximo histórico por encima de los $126,100, los expertos debaten intensamente sobre qué fuerzas determinarán su próximo movimiento: ¿el tradicional ciclo de cuatro años vinculado al halving o un nuevo paradigma impulsado por la adopción institucional?
La ventana crítica según Peter Brandt
El veterano trader Peter Brandt ha puesto el foco en las próximas semanas como un periodo decisivo. Según su análisis, Bitcoin alcanzó su mínimo cíclico el 9 de noviembre de 2022, exactamente 533 días antes del halving de abril de 2024. Sumando otros 533 días desde esa fecha, llegamos al domingo 5 de octubre de 2025, justo cuando Bitcoin superó su anterior máximo histórico.
«Es razonable esperar un máximo del mercado alcista en cualquier momento», explicó Brandt, quien ha seguido con precisión los ciclos anteriores de Bitcoin. Sin embargo, el trader advierte que las tendencias que rompen los patrones cíclicos suelen ser «las más dramáticas».
Brandt se muestra dividido: asigna un 50% de probabilidad a cada escenario. Si Bitcoin rompe el patrón histórico al alza, el trader espera un movimiento «mucho más allá de los $150,000, quizás hasta los $185,000». Por el contrario, si el ciclo de Bitcoin se cumple, el pico podría estar cerca.
El fin del ciclo de cuatro años de Bitcoin
Mientras tanto, K33 Research plantea una tesis más radical: el ciclo de cuatro años ha perdido su relevancia. Según Vetle Lunde, director de investigación de la firma, Bitcoin ha madurado más allá de la dinámica minorista que definió sus primeros años.
«La idea de un ciclo fijo ya no coincide con la realidad», escribió Lunde. «Bitcoin ahora se mueve al ritmo de la liquidez global, no de las recompensas por bloque».
Esta transformación se refleja en el panorama actual del mercado. BlackRock gestiona aproximadamente $100,000 millones en ETF de Bitcoin, Morgan Stanley permite a sus clientes asignar hasta un 4% en criptomonedas, y el presidente Trump ha propuesto una Reserva Estratégica de Bitcoin. Estas son realidades institucionales que antes parecían imposibles.
K33 señala que esta presencia institucional hace a Bitcoin menos volátil y más vinculado a la política financiera global. «Esto no es euforia minorista», indica el informe. «Esto es alineación macroeconómica».
Indicadores técnicos apuntan a volatilidad
El análisis técnico añade otra capa de complejidad al panorama. El trader Tony «The Bull» Severino observa que las Bandas de Bollinger, un indicador clásico de volatilidad, han alcanzado un nivel récord de «estrechez» en marcos temporales semanales.
Según datos históricos, esta configuración podría tardar más de 100 días en resolverse con una ruptura clara, ya sea al alza o a la baja. «Esto tiene el potencial de enviar a Bitcoin en modo parabólico, o poner fin al mercado alcista de tres años», advirtió Severino.
El analista Rekt Capital, quien en julio predijo un posible pico en octubre siguiendo el patrón de 2020, ahora señala que los ciclos de Bitcoin se están alargando. Esta semana anunció el posible inicio de una nueva «tendencia alcista de descubrimiento de precios».
Proyecciones: de $140,000 a $250,000
A pesar de la incertidumbre sobre el momento exacto, los analistas coinciden en que la dirección a largo plazo de Bitcoin sigue siendo alcista. El economista Timothy Peterson estima un 50% de probabilidad de que Bitcoin termine octubre por encima de los $140,000, basándose en simulaciones con datos de la última década.
Las proyecciones más optimistas provienen de Arthur Hayes, cofundador de BitMEX, y Joe Burnett de Unchained Capital, quienes prevén que Bitcoin alcance los $250,000 para finales de 2025, impulsado por la liquidez macro, las entradas de ETF y las tesorerías de activos digitales corporativos.
Precaución a corto plazo
No todo son buenas noticias. K33 advierte que el entusiasmo reciente podría haber sido excesivo. Los derivados y las entradas de ETF aumentaron en más de 63,000 BTC (alrededor de $7,700 millones) en una sola semana, el mayor salto del año. Históricamente, estos picos de exposición han precedido retrocesos leves, no reversiones completas.
«Los datos muestran calor a corto plazo, no un techo estructural», explicó Lunde, señalando que solo dos de los seis indicadores de riesgo de la firma sugieren precaución.
Lo que está claro es que Bitcoin ha entrado en territorio desconocido. Ya sea que siga su patrón histórico o forge un nuevo camino dictado por fuerzas institucionales y macroeconómicas, los próximos meses serán decisivos para determinar si la criptomoneda está en la cúspide de un salto multimillonario o se acerca al final de su actual mercado alcista.
