La Unión Europea está explorando una decisión que podría transformar el panorama financiero global: utilizar blockchains públicas como Ethereum o Solana para el lanzamiento de su esperado euro digital.
Esta consideración de la Unión Europea (escoger entre Ethereum y Solana) marca un cambio significativo respecto a los planes iniciales que favorecían un sistema privado y cerrado controlado directamente por el Banco Central Europeo (BCE).
Un giro hacia la transparencia financiera
Según informes del Financial Times, funcionarios europeos están evaluando seriamente la posibilidad de construir su moneda digital central (CBDC, por sus siglas en inglés) sobre redes blockchain abiertas y transparentes. Esta decisión representaría una ruptura con los modelos privados, donde los datos de transacciones están restringidos a instituciones autorizadas.
Una fuente cercana a las discusiones reveló que «definitivamente es algo que los funcionarios están tomando más en serio ahora». El modelo público se alinearía más con el enfoque estadounidense, donde empresas privadas como Circle operan stablecoins (criptomonedas estables) en redes abiertas, distanciándose del modelo cerrado utilizado por el yuan digital de China.
Presión geopolítica y competencia digital
La urgencia por acelerar el desarrollo del euro digital surge después de que Estados Unidos aprobara la Ley GENIUS, que establece el primer marco regulatorio claro para las stablecoins. Esta legislación ha energizado el mercado de tokens respaldados por dólares, que ya dominan el 98% del mercado global de stablecoins.
Piero Cipollone, miembro del consejo ejecutivo del BCE, ha expresado preocupaciones sobre la excesiva dependencia de las stablecoins estadounidenses. «Europa no puede permitirse depender excesivamente de soluciones de pago extranjeras», declaró, argumentando que un euro digital podría servir como contrapeso a los activos respaldados por Estados Unidos.
Ethereum vs Solana: La Unión Europea evalúa las opciones
Ambas plataformas ofrecen ventajas distintivas. Ethereum cuenta con la red de contratos inteligentes más grande y una amplia adopción institucional, mientras que Solana destaca por su mayor velocidad de procesamiento y menores costos, aunque ha enfrentado problemas de estabilidad en el pasado.
La adopción de cualquiera de estas blockchains públicas permitiría que el euro digital se integre directamente en los mercados de criptomonedas existentes, facilitando su uso en billeteras digitales, exchanges y aplicaciones descentralizadas. Sin embargo, esta transparencia también plantea desafíos importantes en términos de privacidad y control regulatorio.
Objetivos del euro digital
El proyecto del euro digital, que comenzó en octubre de 2021, busca garantizar que los europeos mantengan acceso al dinero del banco central en una economía cada vez más digitalizada. El objetivo es complementar el efectivo, no reemplazarlo, mientras se reduce la dependencia de proveedores de pago no europeos como Visa y Mastercard, que procesan aproximadamente el 70% de las transacciones en la eurozona.
Una carrera global en evolución
Europa observa atentamente mientras otras naciones avanzan en el desarrollo de sus monedas digitales. Japón recientemente aprobó su primera stablecoin respaldada por dólares, y China continúa expandiendo el uso de su yuan digital en las principales ciudades.
Si el BCE decide finalmente adoptar una blockchain pública, se convertiría en el primer banco central importante en lanzar una CBDC en este tipo de red, estableciendo un precedente para futuras implementaciones de monedas digitales a nivel mundial.
La decisión final sobre la infraestructura técnica del euro digital aún no se ha tomado, pero la mera consideración de blockchains públicas señala un cambio filosófico importante: la tensión entre el control centralizado y la apertura e interoperabilidad que caracterizan a las finanzas descentralizadas.
