La economía de datos es un sector de crecimiento exponencial; se prevé que, solo la rama del sector europea, tenga en 2025 un valor de 550 mil millones de dólares.
Con el volumen de datos generados por individuos y organizaciones en constante crecimiento, la economía de datos se ha convertido en un sector de rápido crecimiento y cada vez más valioso.
Pero, ¿en qué consiste la economía de datos? Básicamente, consiste en un ecosistema en el que los datos se recopilan, almacenan, analizan y monetizan.
No en vano, hemos de saber que nos encontramos ante un sector en expansión, gracias a, entre otras cosas, los continuos avances tecnológicos en este campo, como la proliferación de dispositivos de Internet de las Cosas (IoT) y la extensión del uso de inteligencia artificial y aprendizaje automático para el análisis de datos.
Este crecimiento exponencial ha provocado que, solo la economía de datos europea, pase de tener un valor estimado de 167 mil millones de dólares en 2019 a más de 550 mil millones de dólares para el año 2025; a la par que implora la búsqueda de soluciones que permitan compartir y monetizar datos de forma segura y privada.
En este último punto, es donde entran en juego las plataformas de blockchain y la tokenización, las cuáles nos brindan una forma de que personas y organizaciones tomen el control de sus datos y se beneficien de su valor.
“Los datos son el nuevo petróleo”
Se trata de una metáfora que podemos ver a menudo para describir el valor y la importancia creciente de los datos en la economía moderna.
Así como el petróleo fue el recurso que ayudó a impulsar la economía industrial del siglo XX, los datos se consideran su homólogo de cara al siglo XXI.
La comparación entre ambos “productos” destaca el hecho de que los datos, como el petróleo, se han convertido en un recurso valioso y una fuente potencial de poder y control.
En este sentido, las empresas y organizaciones que son capaces de recopilar y analizar grandes cantidades de datos pueden obtener una ventaja competitiva sobre otras que no disponen de esta capacidad tecnológica, dando así forma al futuro de las industrian en las que operan.
Al igual que el petróleo, los datos son una materia prima que requiere de extracción, procesamiento y refinación antes de convertirse en algo útil, ya que se pueden encontrar en formatos muy diferentes (texto, imágenes, audio…).
Existen, sin embargo, diferencias entre ambos; los datos no son un recurso limitado como podría ser el petróleo, si no infinitamente reproducible. Además, plantean desafíos únicos relacionados con la privacidad y la seguridad que no se aplican al “Oro Negro”.
Sin importar estas diferencias, la comparación entre los datos y el petróleo es una forma correcta de comprender la creciente importancia y el valor de estos en nuestra economía, y las oportunidades y desafíos potenciales que representa.
Propiedad y monetización
Paralelamente al aumento del valor de los datos, cada vez más empresas e individuos intentan encontrar la forma de monetizarlos. Recientemente, existe una tendencia a la tokenización de los mismos, que implica la creación de tokens digitales representando activos de datos.
Varias empresas están impulsando esta tendencia mediante el desarrollo de plataformas basadas en blockchain para la propiedad y monetización de datos.