Las autoridades financieras de Japón buscan cerrar el vacío legal que permite el uso de información no pública en operaciones con activos digitales, estableciendo un marco regulatorio similar al de los mercados tradicionales.
Japón se prepara para dar un paso histórico en la regulación de criptomonedas al introducir las primeras leyes del país contra el uso de información privilegiada (insider trading) en mercados de activos digitales. Según informó Nikkei Asia, la Comisión de Vigilancia de Valores y Bolsa (SESC, por sus siglas en inglés) recibirá autoridad para investigar operaciones sospechosas, imponer multas y remitir casos graves a la justicia penal.
Un vacío legal que pronto será historia
Actualmente, la Ley de Instrumentos y Bolsa Financieros de Japón no contempla disposiciones sobre actividades de insider trading en criptomonedas, dejando la supervisión principalmente en manos de la autorregulada Asociación de Intercambio de Activos Virtuales y Cripto de Japón (JVCEA). Sin embargo, este sistema ha demostrado ser insuficiente para detectar y prevenir prácticas ilícitas en un mercado cada vez más sofisticado.
La Agencia de Servicios Financieros (FSA) planea finalizar los detalles del nuevo marco regulatorio antes de finales de 2025, con el objetivo de presentar las enmiendas legislativas al parlamento durante la próxima sesión ordinaria de 2026. Bajo el esquema propuesto, los infractores enfrentarán sanciones económicas proporcionales a las ganancias obtenidas ilegalmente.
¿Qué se considerará insider trading en cripto?
Las nuevas regulaciones prohibirán explícitamente las operaciones basadas en información no pública o confidencial. Por ejemplo, realizar transacciones utilizando conocimiento privado sobre el próximo listado de un token en un exchange, o actuar con base en información sobre una falla de seguridad antes de que se haga pública, serían consideradas violaciones.
No obstante, definir quién califica como «insider» en el ecosistema cripto presenta desafíos únicos. A diferencia de los valores tradicionales, muchas criptomonedas carecen de un emisor centralizado identificable, lo que complica determinar quién tiene acceso a información privilegiada en proyectos descentralizados.
Japón: Un mercado en rápido crecimiento que demanda protección
La urgencia de estas medidas responde al explosivo crecimiento del mercado cripto japonés. Según datos recientes, aproximadamente 7.9 millones de japoneses (cerca del 6.3% de la población) poseen criptomonedas, cifra que podría alcanzar los 19.4 millones para finales de 2025. Además, Japón registró un crecimiento interanual del 120% en valor recibido on-chain hasta junio de 2025, superando a otras potencias asiáticas como Corea del Sur, India y Vietnam.
El primer caso documentado de insider trading cripto ocurrió en Estados Unidos en 2022, cuando Ishan Wahi, ex gerente de producto de Coinbase, proporcionó información sobre futuros listados de tokens a su hermano y un amigo, quienes compraron dichos activos antes de los anuncios oficiales para venderlos con ganancia, aprovechando el conocido «efecto Coinbase» que suele elevar los precios.
Entre innovación y protección del inversor
Japón tiene una larga historia con las criptomonedas. La plataforma Mt. Gox, con sede en Tokio, fue uno de los primeros grandes exchanges de Bitcoin, aunque su cierre en 2014 tras un hackeo masivo dejó cicatrices en el mercado local. Los reembolsos a los afectados apenas comenzaron el año pasado, más de una década después del incidente.
Los analistas señalan que el éxito de estas nuevas regulaciones dependerá de lograr un equilibrio entre fomentar la innovación blockchain y proteger a los inversores. Un marco regulatorio transparente y confiable podría ayudar a que las criptomonedas evolucionen de ser percibidas como una frontera arriesgada a convertirse en una clase de inversión legítima en Japón.
Con la posible llegada al poder de Sanae Takaichi, quien ha expresado apoyo a la innovación blockchain y políticas económicas pro-crecimiento, el sector cripto japonés podría experimentar un impulso adicional que combine supervisión más estricta con apertura al avance fintech.
