Es una pregunta que muchos se hacen y no es tan fácil de contestar, al menos sin conocer un poco más sobre ella… ¿Vamos a ello? ¿Qué es la Web3?
Como explicación rápida y fría, podríamos decir que la Web3 nos da acceso a sistemas descentralizados, basados en la blockchain, que permiten la comunicación directa entre los usuarios y pretenden eliminar la necesidad de actores centralizados en la web, como motores de búsqueda o ciertas redes sociales, que a menudo actúan como agentes censores.
Pero la Web3 es mucho más que eso y no se puede resumir en un sólo párrafo; tomémonos unos minutos y profundicemos un poco más.
¿De dónde venimos?
La primera versión de la Web sólo nos ofrecía acceso en modo lectura; podíamos leer artículos y acceder a todo tipo de contenidos, pero era como una ventana de una sola dirección, que nos daba acceso a contenidos estáticos.
Podríamos ver la “Web1” como una inmensa biblioteca digital alimentada por los links o enlaces, que permitían conectar todo tipo de contenidos entre sí.
Con la llegada de la que llamamos Web 2.0, los contenidos estáticos empezaron a evolucionar, convirtiéndose en lo que llamamos contenidos interactivos y aprendimos a conectarlos con nuestras propias interacciones como usuarios.
De repente, podíamos comentar en las publicaciones de otros o tener un espacio personal donde exponer nuestras opiniones o compartir nuestras experiencias y conocimientos.
De la mano de esta evolución, llegaron las primeras redes sociales y la interacción humana en la Internet que conocemos, de ahí que muchos la llamen a esta fase de Internet: “la era de los likes”.
Bien, pero ¿Qué es realmente la Web3?
El gran problema ahora mismo es que la web está en manos de un pequeño grupo de grandes corporaciones e instituciones, con las que hemos generado una gran dependencia como usuarios de la red de redes.
La Web3 tiene como misión solucionar ese problema, conectando los contenidos y la interacción de los usuarios con la tecnología blockchain y las herramientas que ésta nos aporta, la más importante de ellas: la descentralización.
Desde el punto de vista de un usuario, la Web3 es su punto de acceso al mundo de la blockchain, las criptomonedas, el metaverso, los NFT, las finanzas descentralizadas (DeFi) y a nuevas formas de interacción entre usuarios, sin necesidad de supervisión ni de intermediarios.
Si lo miramos desde el prisma de un desarrollador, es un nuevo mundo abierto y lleno de posibilidades, ya que la blockchain es capaz de ir muchísimo más allá de la creación de criptomonedas, integrándose en sectores como el de la distribución, el comercio online, la industria alimentaria, en medicina y cómo no, en servicios bancarios, sólo por poner algunos ejemplos.
La Web3 ofrece a los desarrolladores un conjunto de librerías y herramientas que hacen posible establecer una conexión entre una página web accesible a cualquier usuario y cualquier blockchain y todos los servicios que pueda ofrecer.
En definitiva, la Web3 se nutre de la velocidad y la seguridad de la blockchain, al tiempo que nos facilita las herramientas para interactuar con los protocolos DeFi, los SmartContracts, las dApps, las criptomonedas… Podríamos decir que la Web3 nos ofrece un interfaz de acceso e interactivo a la blockchain y el mundo crypto.
¿Qué ofrece la Web3 y en qué se diferencia de la Web2?
Como hemos venido comentando, el objetivo de la Web3 es la descentralización y democratización de Internet, eliminando la necesidad de intermediarios que controlen o puedan inferir en los datos y con ello, una de las principales ventajas sobre la Web2 es la seguridad y la privacidad de los usuarios.
Con la Web2, el contenido en Internet ya es dinámico y generado por los usuarios, pero está en manos de los grandes gigantes tecnológicos, en la Web3 la cosa es muy diferente, ya que el usuario dispone de las herramientas necesarias y del poder de decisión para establecer la propiedad de sus contenidos.
En la situación actual de Internet, cuando generamos contenido en una plataforma o red social y decidimos abandonarla, perdemos la propiedad de ese contenido, ya que en realidad pertenece a la plataforma.
Pero ya con la Web3 podremos disponer de una o varias identidades y tanto nuestros datos como nuestros contenidos vivirán en la blockchain conectados con ellas, por lo que si decidimos cambiar de plataforma, nuestros datos, contenidos y reputación nos acompañarán, siempre que lo decidamos.
Un poco de historia
El término Web3 lo creó en 2014 Gavin Wood, cofundador de Ethereum y creador de Polkadot.
A Wood se le suele calificar como uno de los padres de Ethereum, debido a su condición de cofundador y por ser uno de los mayores difusores junto a Vitalik. Aunque perfectamente, a Wood se le podría calificar de forma rotunda como “el padre de la Web3”.
A su vez, Ethereum es la segunda blockchain más usada en el mundo y su implementación de los SmartContracts y las dApps podríamos decir que son los primeros cimientos sobre los que se empezó a construir la Web3.
El creador de Polkadot, defendía la idea de que Internet necesitaba ser reescrita y era necesaria una nueva arquitectura con un protocolo centrado en que los servicios fueran descentralizados, como la blockchain.
Uno de los primeros movimientos de Wood fue fundar la Web3 Foundation y Parity Technologies, una empresa con sede en Berlín de infraestructura blockchain para la “web descentralizada”.
La Web3 Foundation se dedica a financiar equipos de investigación y desarrollo que son los que están construyendo las bases de la Web3.
Entonces… ¿Qué futuro tiene la Web3? ¿Vale la pena?
Lo cierto es que no podemos ver el futuro, pero tenemos a Polkadot trabajando sin descanso, a la Web3 Foundation fomentando y premiando proyectos, a Google manifestando su decisión de convertirse en una capa cero para la Web3, alianzas estratégicas e innovadoras como la de Ripple y Thallo, para crear un mercado de carbono o compañías creando alianzas globales para abordar el problema de la privacidad.
Recientemente, el gigante de pagos digitales Stripe ha entrado de lleno, ofreciendo pagos con criptomonedas que pueden ser implementados en cualquier página web. VISA y MasterCard también están introduciéndose en la industria, lo cual nos puede dar una visión del interés que está despertando esta tecnología entre los grandes.
En el mundo de los inversores también está cogiendo fuerza y cada día aparecen más noticias, anunciando nuevas inversiones, alianzas o innovaciones.
Los hechos hablan y estamos claramente en una industria en plena expansión y evolución, los inversores están más que atentos a los movimientos del sector y los grandes gigantes tecnológicos están entrando con fuerza.
Ahora, los actores implicados en la industria, tienen como misión crear un entorno amigable, aplicaciones fáciles de usar, interfaces de usuarios intuitivos y rápidos… Mientras todo eso ocurre, lo mejor que podemos hacer es estar bien pendientes y no perdernos nada.