Un informe regulatorio de la OCC confirma el debanking. Los gigantes bancarios estadounidenses limitaron el acceso a servicios financieros a industrias legales pero controvertidas, reavivando el debate sobre la neutralidad en las finanzas.
La Oficina del Contralor de la Moneda (OCC, por sus siglas en inglés), uno de los principales reguladores bancarios de Estados Unidos, ha puesto el dedo en la llaga con el debanking. Un informe preliminar hecho público el 10 de diciembre de 2025 revela que, entre 2020 y 2023, los nueve mayores bancos nacionales del país establecieron políticas que restringían o denegaban servicios a clientes de sectores legales pero políticamente sensibles. El hallazgo, que afecta a industrias como las criptomonedas, la exploración de petróleo y gas, y la fabricación de armas, responde a una investigación ordenada por el presidente Donald Trump y plantea la posibilidad de sanciones y acciones legales contra las entidades financieras.
Hallazgos clave de la OCC sobre el debanking: Un patrón de restricciones basado en la industria
El reporte de la OCC examinó las prácticas de JPMorgan Chase, Bank of America, Citibank, Wells Fargo, U.S. Bank, Capital One, PNC Bank, TD Bank y BMO Bank. Su conclusión principal es que estas instituciones hicieron «distinciones inapropiadas entre clientes en la prestación de servicios financieros en base a sus actividades comerciales legales», también llamado «debanking». Esto se tradujo en políticas internas que, o bien limitaban directamente el acceso a la banca, o imponían revisiones y aprobaciones adicionales onerosas para estos clientes.
Jonathan Gould, Contralor Interino de la Moneda, fue contundente: «Es lamentable que los bancos más grandes de la nación pensaran que estas políticas dañinas de debanking eran un uso apropiado de su carta constitutiva otorgada por el gobierno y su poder de mercado». El regulador aclaró que estas políticas a menudo se aplicaban de manera pública y notoria, a pesar de que algunos bancos han insistido en que no participaron en prácticas de debanking.
Sectores en la mira: De las criptomonedas al entretenimiento adulto
La lista de industrias que enfrentaron estas barreras es amplia y refleja divisiones sociales y políticas profundas. Además de las empresas de criptoactivos, incluye la exploración de petróleo y gas, la minería del carbón, fabricantes de armas de fuego, cárceles privadas, tabaco y cigarrillos electrónicos, y entretenimiento para adultos. Según la OCC, las acciones hacia el sector cripto afectaron específicamente a «emisores, exchanges o administradores, a menudo atribuidas a consideraciones de delitos financieros».
Para el ecosistema cripto, que opera con un precio del Bitcoin (BTC) alrededor de los $90,000, este informe valida quejas de años sobre la dificultad de acceder a servicios bancarios básicos, un fenómeno que muchos denominaron «Operation Choke Point 2.0» en referencia a una política similar de la era Obama.
Respuesta bancaria y críticas al informe
La industria bancaria ha defendido sus prácticas como parte de una gestión de riesgo legítima. El Bank Policy Institute, un grupo comercial del sector, argumentó que los bancos tienen un fuerte incentivo para servir al mayor número de clientes posible y que apoyan el acceso justo a la banca. Sin embargo, críticos del informe, como Nick Anthony del Instituto Cato, señalan que el reporte de la OCC «deja mucho que desear» al omitir el papel de otros reguladores, como la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC), que supuestamente presionó a los bancos para que se alejaran de las empresas de criptomonedas.
Esta perspectiva es compartida por figuras dentro del propio sector cripto. Caitlin Long, fundadora del banco Custodia, señaló que los «peores culpables» del debanking criptográfico durante la administración Biden fueron la FDIC y la Reserva Federal, no la OCC.
Consecuencias y próximos pasos: Sanciones y un nuevo panorama regulatorio
La OCC ha dejado claro que su investigación continúa, con miles de quejas aún bajo revisión, y que podría remitir sus hallazgos al Departamento de Justicia. Las consecuencias para los bancos podrían ir más allá de multas e incluir impactos en decisiones de supervisión regulatoria, como la aprobación de expansión de sucursales o de nuevos ejecutivos.
Este escrutinio se produce en un momento de cambio regulatorio. Solo un día antes del informe, la OCC emitió una guía que permite a los bancos actuar como intermediarios en transacciones cripto «sin riesgo de principal», marcando un giro hacia una postura más permisiva. Parece que, impulsada por la orden ejecutiva de Trump, la OCC busca no solo castigar prácticas pasadas, sino también trazar una línea clara para el futuro: la banca debe basarse en el riesgo financiero objetivo, no en el riesgo reputacional o en consideraciones políticas.
Para más información:
- Sitio web oficial de la Office of the Comptroller of the Currency (OCC).
- Artículo en Wikipedia sobre Operation Choke Point.
