Dos legisladores en Suecia proponen que el país nórdico se una a la carrera digital global por acumular Bitcoin como reserva estratégica, utilizando activos confiscados en lugar de fondos públicos.
Suecia podría convertirse en uno de los primeros países europeos en establecer una reserva nacional de Bitcoin, tras la presentación de una moción parlamentaria el 1 de octubre por parte de Dennis Dioukarev y David Perez, miembros del partido Demócratas de Suecia (SD).
La propuesta, titulada «Una estrategia sueca de Bitcoin» (Moción 2025/26:793), solicita al gobierno investigar cómo construir una reserva estratégica de la criptomoneda y determinar qué autoridad sería la más adecuada para gestionarla.
Bitcoin como el nuevo oro de Suecia
Los legisladores argumentan que el banco central de Suecia ya mantiene reservas de oro y divisas extranjeras, por lo que Bitcoin podría servir como un activo complementario. Según Dioukarev y Perez, una reserva de Bitcoin posicionaría a Suecia para enfrentar un potencial «cambio disruptivo en la infraestructura financiera global».
La propuesta destaca varias razones para añadir Bitcoin a las reservas estatales: diversificación, ya que su valor no está vinculado a las políticas monetarias de ningún país específico; protección contra la inflación, dado que su suministro está limitado a 21 millones de unidades; y liquidez, con operaciones continuas y costos de transacción bajos en comparación con las monedas tradicionales.
Financiación mediante confiscaciones, sin impacto fiscal
Para evitar gastos adicionales, la moción sugiere un enfoque neutral para el presupuesto en el que las agencias de aplicación de la ley transfieran el Bitcoin confiscado al Riksbank u otra autoridad designada, en lugar de subastarlo. Esta estrategia sigue el ejemplo de Estados Unidos, que ha formalizado su enfoque hacia las tenencias de Bitcoin después de años de acumular reservas a través de confiscaciones.
Suecia introdujo en noviembre de 2024 una ley que permite a las autoridades confiscar bienes de lujo, incluidas criptomonedas, si los propietarios no pueden justificar su procedencia. Hasta ahora, se han incautado más de 8,3 millones de dólares bajo esta legislación, aunque ha generado controversia por posibles riesgos a las libertades civiles.
Contexto político y global
Los Demócratas de Suecia, partido de centroderecha que obtuvo más del 20% de los votos en las elecciones generales de 2022, tienen influencia significativa en el gobierno de coalición minoritaria actual. Esta posición política podría facilitar el avance de la propuesta, que será revisada por el Comité de Finanzas el 15 de octubre.
La iniciativa sueca se enmarca en una tendencia global creciente. Estados Unidos avanzó recientemente un marco de reserva nacional de Bitcoin a través de la ley bipartidista GENIUS Act, mientras que países como Reino Unido y Finlandia ya han acumulado Bitcoin mediante confiscaciones. República Checa, Letonia y Polonia también están considerando estrategias similares.
A nivel internacional, más de 25 estados estadounidenses y varios países exploran políticas similares. Massachusetts debatirá en octubre la creación de una Reserva Estratégica de Bitcoin estatal, mientras que Kazajistán lanzó recientemente su primer fondo cripto nacional, el Alem Crypto Fund. Brasil evalúa una reserva de 19.000 millones de dólares en Bitcoin, y Filipinas y Pakistán han delineado sus propias estrategias.
Empresas suecas apuestan por Bitcoin
Paralelamente a la propuesta parlamentaria, empresas suecas están adoptando Bitcoin como activo de tesorería. La compañía de tecnología sanitaria H100 Group AB reveló en mayo la compra de 4,39 BTC como estrategia de balance a largo plazo, expandiendo posteriormente sus tenencias hasta 510,28 BTC. En julio, la firma de comercio digital Refine Group AB anunció una reserva de Bitcoin de un millón de dólares financiada mediante emisión de acciones.
Si la propuesta es aprobada, Suecia se posicionaría entre un pequeño pero creciente grupo de gobiernos que tratan a Bitcoin como un activo financiero estratégico, señalando además su apertura a la innovación digital en un momento de creciente incertidumbre económica global.
