La Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC) ha dado un paso sin precedentes al desistir oficialmente de su demanda contra Coinbase, uno de los principales exchanges de criptomonedas.
Esta decisión, registrada en documentos judiciales fechados el 27 de febrero, marca el fin de una batalla legal que comenzó en junio de 2023 y marca un importante cambio en el enfoque regulatorio hacia los activos digitales en EE.UU.
El fin de la disputa legal con Coinbase
La desestimación voluntaria presentada “con perjuicio” significa que la SEC no puede volver a presentar el caso, concediendo la victoria a Coinbase en esta disputa. La demanda original acusaba a la plataforma de operar como un corredor no registrado y una bolsa nacional de valores sin la obligada autorización.
Además, la comisión alegaba que Coinbase listaba tokens que consideraba valores no registrados, incluyendo Solana (SOL), Cardano (ADA), Polygon (POL) y Filecoin (FIL).
Esta decisión llega tras un acuerdo alcanzado entre Coinbase y la SEC el 21 de febrero, poniendo fin a una demanda que había generado un intenso debate sobre la extralimitación regulatoria y la falta de directrices claras para las criptomonedas en Estados Unidos.
Las contradicciones de la SEC
Paul Grewal, Director Legal de Coinbase, ha criticado las acciones de la SEC desde que se presentó la demanda. Grewal y otros expertos legales han señalado contradicciones fundamentales en el enfoque regulatorio de la SEC: la agencia aprobó la cotización pública de Coinbase en el Nasdaq en abril de 2021, solo para luego demandar a la empresa por supuestamente violar las leyes de valores.
Esta inconsistencia se considera una falla fundamental en el enfoque regulatorio de la SEC, siendo uno de los argumentos centrales de Coinbase en su defensa.
Impacto en el mercado y en Coinbase
Para Coinbase, la desestimación elimina un obstáculo legal importante que podría haber tenido graves consecuencias para sus operaciones comerciales en EE.UU.
Tras el anuncio, las acciones de Coinbase (COIN) experimentaron un repunte, reflejando la renovada confianza de los inversores.
Esta decisión también tiene implicaciones más amplias para el mercado de criptomonedas. Un entorno regulatorio más predecible y cooperativo podría fomentar una mayor inversión en el sector, potencialmente conduciendo a una mayor adopción y crecimiento.
Un nuevo enfoque regulatorio
La decisión de la SEC de retirar la demanda parece ser parte de un cambio más amplio en la postura de la agencia hacia la regulación de criptomonedas.
Bajo el liderazgo del ex presidente de la SEC Gary Gensler, la comisión había seguido una agresiva estrategia de “regulación por aplicación”, apuntando a grandes actores en la industria cripto. Este enfoque fue ampliamente criticado por crear incertidumbre en el mercado estadounidense de criptomonedas.
Mark Uyeda, presidente interino de la SEC, ha reconocido la necesidad de un nuevo enfoque regulatorio, declarando: “Es hora de que la Comisión rectifique su enfoque y desarrolle políticas cripto de manera más transparente”.
Con esta declaración, subraya la posibilidad de una relación más cooperativa entre reguladores y la industria cripto en el futuro.
Un catalizador importante para este cambio parece ser el recién establecido Grupo de Trabajo Cripto, formado justo después de la inauguración del presidente Donald Trump el 20 de enero. El grupo de trabajo, liderado por la comisionada de la SEC Hester Peirce (también llamada “Crypto Mom”, por su postura pro-cripto) busca proporcionar directrices más claras para la industria y facilitar la innovación responsable.