El regulador exige que los activos de los clientes se depositen en fideicomisos y limita los servicios de préstamo y participación
Las empresas de criptomonedas que operan en Singapur tendrán que cumplir con nuevas medidas de protección a los clientes antes de finales de año, según ha anunciado la Autoridad Monetaria de Singapur (MAS, por sus siglas en inglés).
Entre ellas, se incluye la obligación de depositar los activos digitales de los clientes en un fideicomiso legalmente regulado, para evitar su pérdida o uso indebido en caso de insolvencia del proveedor.
Además, el regulador ha propuesto restringir a los proveedores de servicios con criptomonedas la posibilidad de facilitar préstamos o apuestas (staking) con los activos de sus clientes minoristas, al considerar que estas actividades son especulativas y de alto riesgo.
Sin embargo, los inversores institucionales y acreditados podrán seguir accediendo a estos servicios.
Estas medidas se basan en una consulta pública realizada en octubre de 2022 sobre medidas reguladoras para mejorar la protección de los inversores y la integridad del mercado de criptoactivos de Singapur.
Según la MAS, la consulta recibió un interés “significativo” de una “amplia gama de encuestados”, con un “amplio apoyo” para que los proveedores de servicios con criptomonedas lleven a cabo una serie de medidas como segregar los activos de los clientes, realizar una conciliación diaria, mantener controles operativos y de acceso, e informar claramente a los clientes de los riesgos.
Singapur busca un equilibrio entre innovación y seguridad
Singapur es uno de los países más avanzados en el desarrollo y la adopción de las tecnologías financieras, incluyendo las criptomonedas y la cadena de bloques.
El país cuenta con un ecosistema vibrante de empresas e iniciativas relacionadas con estos sectores, así como con un marco legal favorable y flexible.
Sin embargo, el regulador también es consciente de los desafíos y riesgos que plantean las criptomonedas, especialmente para los consumidores menos informados o experimentados.
Por ello, busca un equilibrio entre fomentar la innovación y garantizar la seguridad y la estabilidad del sistema financiero.
El endurecimiento de las normas para las empresas de criptomonedas se produce tras el colapso del exchange FTX en noviembre de 2022, que dejó a miles de clientes sin acceso a sus fondos.
La MAS también está trabajando en un nuevo marco regulatorio para las monedas digitales, que podría incluir la creación de una moneda digital propia llamada Purpose Bound Money (PBM), en colaboración con otros bancos centrales y empresas de comercio electrónico.