Comienzan a aflorar las primeras divisiones en la FED sobre la agresividad necesaria en las subidas de tipos para acabar de contener y revertir las altas tasas de inflación.
La discusión interna no pone en duda la necesidad de seguir aumentando las tasas hasta los niveles previstos, sino de la velocidad con la que dicho aumento debe realizarse.
Dada la proximidad de los valores actuales al pico previsto, comienzan a aflorar diferentes puntos de vista entre los funcionarios de la FED, en cuanto a la urgencia necesaria para alcanzar los objetivos.
Loretta Mester, jefa de la FED de Cleveland es una muestra del grupo que apuesta por continuar con la política agresiva para ganarle la batalla a la inflación lo antes posible, aún si ello acaba provocando una situación de recesión.
Brainar intenta suavizar las divisiones en la FED
Por otro lado, la vicepresidenta Lael Brainard se ha mostrado más suave sin dejar de defender la necesidad de seguir endureciendo la política de tipos, intentando evitar riesgos de un retroceso en los avances realizados.
No obstante, dejó caer un aviso sobre la velocidad con la que se debían aplicar las subidas de tasas, vigilando la forma en la que podían afectar a la evolución de la economía en EE.UU. creando una situación de recesión, como apuntan algunos informes,
El daño que está sufriendo la economía norteamericana ya se está notando en las caídas de los mercados, como el S&P 500 que perdió más de un 9% sólo en el pasado mes de septiembre, suponiendo la caída mensual más violenta desde la aparición del Covid-19 en marzo de 2020.